Análisis Ganadero Semanal

Por Hermes R. Torra (del 16 al 20 de Julio de 2018)

Las lluvias cambiaron el ánimo
Motivo más que suficiente para cambiar el ánimo de los productores y darle competitividad a la plaza de invernada fueron las últimas lluvias registradas en zonas ganaderas de nuestro país. El avizorar un mejor panorama para el desarrollo de pasturas y verdeos y cultivos de cosecha fina, llevaron a los compradores a adoptar una actitud totalmente distinta a la que regía solo una semana atrás. Feedloteros e invernadores tradicionales salieron de la quietud anterior bregando con decisión por obtener los mejores conjuntos. La realización de coberturas demoradas por la sequía se vieron ahora concretadas más aún teniendo en cuenta que el precio del consumo y la exportación se mantuvieron sostenidos a lo largo de todo0 el período. Un panorama que pocos creían iba a tener al mercado solicitado, lo dieron estas precipitaciones. Por otro lado la reducción de parte de los ofrecimientos por imposibilidad de transitar muchos caminos y que para algunos podría tener también una tenue merma por alentar un mejoramiento en las zonas de cría, fueron también considerados influyentes en la decisión de la demanda. 


Finalmente las lluvias registradas en amplias zonas productivas de la región central del país dieron vuelta la tendencia negativa que habían manifestado los precios de las haciendas de reposición en los últimos 30 días. Cambió el ánimo de los compradores, tanto de los invernadores tradicionales como de los representantes del engorde a corral que ante este nuevo panorama y con buenas ventas en el consumo y la exportación salieron decididamente a reponer los conjuntos faltantes. Desde el mismo inicio del período y con la confirmación del cambio que las lluvias podían producir, la actitud de los compradores fue in crescendo para confirmar que la baja operada oportunamente se revertía rápidamente. Fueron principalmente los “feedloteros” los que movieron la plaza en las haciendas de mayor peso, novillos, novillitos y vaquillonas, dejando en manos de los invernadores tradicionales a los terneros y terneras que en buena cantidad también se hicieron presentes en cada una de las subastas. Por otra parte siempre estuvo latente la menor oferta estacional y la posibilidad de algunos criadores de postergar algunas salidas, lo que también tuvo influencia en la decisión de muchos invernadores por el achicamiento de los próximos ofrecimientos y una lógica mayor competencia.

En Liniers

Las lluvias también tuvieron su influencia en los menores ofrecimientos del mercado generando una mayor competitividad en la venta de cada una de las categorías y clasificaciones. La entrada fue de 23.960 vacunos (anterior 22.020) con un aporte de 1.533 cabezas remitías desde nuestra provincia. El índice semanal sugerido para los arrendamientos rurales fue fijado en esta ocasión en 40,023 pesos versus los 40,078 pesos anteriores. Por su parte el promedio del novillo liviano de 431 a 460 kilos se ubicó en 40,892 pesos (anterior $ 40,664) y el del novillito pesado de 391 a 430 kilos en 42,596 pesos contra los 42,513 pesos del ciclo hebdomadario anterior.

Exportación

Los precios de los novillos destinados a los mercados externos se mantuvieron sin mayores variantes respecto a los de una semana atrás. Así y en nuestra provincia y por novillos hasta 150 kilos la media res se pagaron 69 pesos; hasta 160 kilos de 68 pesos y hasta 170 kilos 67 pesos, todos con 30 días de plazo. Sobre frigoríficos de Buenos Aires los ofrecimientos se afirmaron mayormente sobre los 72 pesos, inclusive con plazos por debajo de los 30 días. Por las vacas buenas se pagaba en La Pampa 55 pesos y sobre Buenos Aires, con certificado para exportación, 57,00 pesos, en ambos casos con 30 días para el plazo.